¡Hola a todas y a todos!
Esta es la última entrada que voy a publicar y quería empezarla diciendo
que me habría gustado poder haber terminado el curso como tocaba: yendo a clase
y haciendo las actividades que nos quedaban. Así pues, hablaré de lo que he
aprendido, qué he hecho para aprender, qué he hecho para que mis compañeras
aprendan y, finalmente, de qué me sirve todo lo anterior.
¿QUÉ HE APRENDIDO?
Durante las primeras sesiones me daba bastante vergüenza participar ya que
siempre me ha dado vergüenza sentir que soy el centro de atención y pensar que,
en cualquier momento, puedo hacer el ridículo de una forma u otra. Esto fue
cambiando ya que veía que había un entorno agradable en el aula y que la
mayoría de la gente no juzgaba a nadie.
Algo que me parece muy relevante, en cuanto a la parte teórica, son los tres tipos de perspectiva curricular
porque siempre nos han enseñado que hay distintas formas de trabajar dentro del
currículum pero nunca nos habían dicho cómo se llamaba cada una. De hecho, de
la que más había oído hablar es de la perspectiva en la que se prepara al alumnado
para el mundo laboral (perspectiva técnica), también había oído hablar de la
perspectiva en la que todo lo que se comunica tiene un sentido para el alumnado
(perspectiva práctica) pero creo que nunca había oído hablar de la perspectiva
en la que se educa hacia una sociedad más justa y equitativa, cuyo objetivo es
cambiar el mundo (perspectiva crítica).
En nuestra primera entrada del blog tuvimos que contar nuestra experiencia
en educación física tanto en primaria y secundaria como en las prácticas de magisterio.
En esa entrada me pude dar cuenta de que depende muchísimo del docente que
tengas ya que, como dije, en primaria me encantaba la asignatura hasta que
cambié de profesor, ya que éste lo único que hacía era ponernos a correr. También
depende de los recursos a los que pueda acceder el centro porque en las
prácticas, en infantil, no tenían tan a penas espacio y tenían que decidir si
hacer las sesiones en el patio (bastante reducido), en el hall o en la clase.
También me di cuenta de que es muy importante que todas y todos los docentes de
infantil tengamos nociones de educación física, aunque sería mejor que las
clases de psicomotricidad las diera el profesor o profesora de educación física
del centro ya que será quien de verdad sepa lo que está haciendo (en las
prácticas la profesora encargada de impartir esta asignatura era la maestra de
apoyo de infantil).
Una de las actividades que tuvimos que realizar en grupo fue el “Taller de
pies”, me resultó muy interesante ver el trabajo de mis compañeros y compañeras
y me gustó mucho cómo nos quedó a nosotras, he de decir que, al verse solo los
pies, no me dio ninguna vergüenza hacerlo. Creo que a todos y a todas nos
gustan más las actividades de este tipo que las actividades teóricas ya que nos
lo pasamos mucho mejor viendo el trabajo de nuestros compañeros y compañeras y
exponiendo el nuestro.
Otra de las actividades que realizamos fue la actividad para combatir un
miedo, esta actividad me gustó realizarla ya que pude ver cómo nos comportamos
cada uno de nosotros ante estas situaciones, también tuvimos que tener muy en
cuenta cómo se podrían sentir nuestros alumnos y alumnas, siempre intentando
que no diese como resultado una experiencia traumática. Cabe decir que al
principio cambiamos un par de veces el tema que queríamos tratar pero creo que
al final conseguimos lo que nos habíamos propuesto de una manera divertida y
sencilla.
Para terminar, creo que una de las cosas más importantes que hemos
aprendido o visto es la de la transexualidad en menores. Nunca habíamos hablado
de este tema en clase y, a pesar de tener el protocolo de acompañamiento, nunca
nos habían explicado nada al respecto. Me sorprendió mucho ver que los niños y
niñas ya sabían cuál era su identidad siendo tan jóvenes, también me sorprendió
el hecho de que, siendo tan pequeños y pequeñas, fuesen tan abiertos de mente y
lo tuviesen todo tan claro. Cuando leí el protocolo de acompañamiento vi que
había cosas que, para mí, eran demasiado obvias: como que no había que tratarlo
como una fase, o que dijera que el profesorado tenía que respetar al alumno o
alumna, creo que, para ser docente tienes que ser muy abierto de mente y no
juzgar a nadie, ni a un niño/a ni a un adulto/a porque no sabes por lo que
puede estar pasando esa persona.
¿QUÉ HE HECHO PARA APRENDER?
Creo que he tenido una buena participación en la clase (a pesar de la vergüenza
que me da siempre), también he intentado que mis compañeras se sintieran
cómodas y he intentado hacerlo lo mejor posible cuando presentaban sus
actividades.
¿QUÉ HE HECHO PARA QUE MIS COMPAÑERAS APRENDAN?
Creo que lo más importante a nivel de grupo grande han sido las pequeñas “asambleas”
antes y después de las sesiones, siempre se sacaba algo positivo de ellas y,
normalmente, las críticas eran de manera constructiva e intentando no
perjudicar al resto.
A nivel de grupo pequeño creo que todas hemos podido aprender un poquito
más de nosotras mismas, siempre nos hemos llegado a poner de acuerdo en todo y
hemos podido sacar los trabajos y las actividades adelante (tanto las grupales
como las individuales, ya que si tenemos algún problema o alguna duda la
hablamos entre nosotras). Creo que formamos un buen equipo.
¿DE QUÉ ME SIRVE TODO LO ANTERIOR?
Como conclusión, creo que gracias a esta asignatura hemos podido mejorar
como personas y como futuros docentes. También creo que, en mi futuro como
maestra, mi propósito es educar de manera equitativa a mis alumnos y alumnas,
sabiendo así qué “problemas” tienen y pudiendo ayudarles a partir de ahí,
porque hay muchísima diversidad dentro de un aula (sobre todo de infantil). Por
último, decir que las prácticas de la asignatura me han resultado muy
enriquecedoras y que me habría encantado poder terminar el curso de la manera
adecuada.
NOTA FINAL: 8,5
Mª Belén Sánchez Sobrino
No hay comentarios:
Publicar un comentario