miércoles, 3 de junio de 2020

AUTOEVALUACIÓN: Mª Belén Sánchez Sobrino


¡Hola a todas y a todos!

Esta es la última entrada que voy a publicar y quería empezarla diciendo que me habría gustado poder haber terminado el curso como tocaba: yendo a clase y haciendo las actividades que nos quedaban. Así pues, hablaré de lo que he aprendido, qué he hecho para aprender, qué he hecho para que mis compañeras aprendan y, finalmente, de qué me sirve todo lo anterior.

¿QUÉ HE APRENDIDO?

Durante las primeras sesiones me daba bastante vergüenza participar ya que siempre me ha dado vergüenza sentir que soy el centro de atención y pensar que, en cualquier momento, puedo hacer el ridículo de una forma u otra. Esto fue cambiando ya que veía que había un entorno agradable en el aula y que la mayoría de la gente no juzgaba a nadie.

Algo que me parece muy relevante, en cuanto a la parte teórica,  son los tres tipos de perspectiva curricular porque siempre nos han enseñado que hay distintas formas de trabajar dentro del currículum pero nunca nos habían dicho cómo se llamaba cada una. De hecho, de la que más había oído hablar es de la perspectiva en la que se prepara al alumnado para el mundo laboral (perspectiva técnica), también había oído hablar de la perspectiva en la que todo lo que se comunica tiene un sentido para el alumnado (perspectiva práctica) pero creo que nunca había oído hablar de la perspectiva en la que se educa hacia una sociedad más justa y equitativa, cuyo objetivo es cambiar el mundo (perspectiva crítica).

En nuestra primera entrada del blog tuvimos que contar nuestra experiencia en educación física tanto en primaria y secundaria como en las prácticas de magisterio. En esa entrada me pude dar cuenta de que depende muchísimo del docente que tengas ya que, como dije, en primaria me encantaba la asignatura hasta que cambié de profesor, ya que éste lo único que hacía era ponernos a correr. También depende de los recursos a los que pueda acceder el centro porque en las prácticas, en infantil, no tenían tan a penas espacio y tenían que decidir si hacer las sesiones en el patio (bastante reducido), en el hall o en la clase. También me di cuenta de que es muy importante que todas y todos los docentes de infantil tengamos nociones de educación física, aunque sería mejor que las clases de psicomotricidad las diera el profesor o profesora de educación física del centro ya que será quien de verdad sepa lo que está haciendo (en las prácticas la profesora encargada de impartir esta asignatura era la maestra de apoyo de infantil).

Una de las actividades que tuvimos que realizar en grupo fue el “Taller de pies”, me resultó muy interesante ver el trabajo de mis compañeros y compañeras y me gustó mucho cómo nos quedó a nosotras, he de decir que, al verse solo los pies, no me dio ninguna vergüenza hacerlo. Creo que a todos y a todas nos gustan más las actividades de este tipo que las actividades teóricas ya que nos lo pasamos mucho mejor viendo el trabajo de nuestros compañeros y compañeras y exponiendo el nuestro.

Otra de las actividades que realizamos fue la actividad para combatir un miedo, esta actividad me gustó realizarla ya que pude ver cómo nos comportamos cada uno de nosotros ante estas situaciones, también tuvimos que tener muy en cuenta cómo se podrían sentir nuestros alumnos y alumnas, siempre intentando que no diese como resultado una experiencia traumática. Cabe decir que al principio cambiamos un par de veces el tema que queríamos tratar pero creo que al final conseguimos lo que nos habíamos propuesto de una manera divertida y sencilla.

Para terminar, creo que una de las cosas más importantes que hemos aprendido o visto es la de la transexualidad en menores. Nunca habíamos hablado de este tema en clase y, a pesar de tener el protocolo de acompañamiento, nunca nos habían explicado nada al respecto. Me sorprendió mucho ver que los niños y niñas ya sabían cuál era su identidad siendo tan jóvenes, también me sorprendió el hecho de que, siendo tan pequeños y pequeñas, fuesen tan abiertos de mente y lo tuviesen todo tan claro. Cuando leí el protocolo de acompañamiento vi que había cosas que, para mí, eran demasiado obvias: como que no había que tratarlo como una fase, o que dijera que el profesorado tenía que respetar al alumno o alumna, creo que, para ser docente tienes que ser muy abierto de mente y no juzgar a nadie, ni a un niño/a ni a un adulto/a porque no sabes por lo que puede estar pasando esa persona.

¿QUÉ HE HECHO PARA APRENDER?

Creo que he tenido una buena participación en la clase (a pesar de la vergüenza que me da siempre), también he intentado que mis compañeras se sintieran cómodas y he intentado hacerlo lo mejor posible cuando presentaban sus actividades.

¿QUÉ HE HECHO PARA QUE MIS COMPAÑERAS APRENDAN?

Creo que lo más importante a nivel de grupo grande han sido las pequeñas “asambleas” antes y después de las sesiones, siempre se sacaba algo positivo de ellas y, normalmente, las críticas eran de manera constructiva e intentando no perjudicar al resto.

A nivel de grupo pequeño creo que todas hemos podido aprender un poquito más de nosotras mismas, siempre nos hemos llegado a poner de acuerdo en todo y hemos podido sacar los trabajos y las actividades adelante (tanto las grupales como las individuales, ya que si tenemos algún problema o alguna duda la hablamos entre nosotras). Creo que formamos un buen equipo.

¿DE QUÉ ME SIRVE TODO LO ANTERIOR?

Como conclusión, creo que gracias a esta asignatura hemos podido mejorar como personas y como futuros docentes. También creo que, en mi futuro como maestra, mi propósito es educar de manera equitativa a mis alumnos y alumnas, sabiendo así qué “problemas” tienen y pudiendo ayudarles a partir de ahí, porque hay muchísima diversidad dentro de un aula (sobre todo de infantil). Por último, decir que las prácticas de la asignatura me han resultado muy enriquecedoras y que me habría encantado poder terminar el curso de la manera adecuada.

NOTA FINAL: 8,5


Mª Belén Sánchez Sobrino

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