lunes, 11 de mayo de 2020

Sacar lo que llevamos dentro

En la entrada de hoy voy a comentar el corto "Vestido nuevo", dirigido por Sergi Pérez, en el cual se muestra la historia de cómo se afronta la realidad de los niños transexuales en las aulas. Aunque se trate de un relato ficticio, lo cierto es que creo que esta situación podría darse en la gran mayoría de las escuelas de nuestro país. Ya que, pese a que a día de hoy en la Comunidad Valenciana existe un protocolo de acompañamiento para garantizar el derecho a la identidad de género, la expresión de género y la intersexualidad, nuestra sociedad no se acaba de mostrar, en su totalidad,  conforme a estas situaciones.

En el corto Mario, el niño protagonista, muestra su gran entusiasmo por la celebración del Carnaval en el colegio. En mi opinión, esto es debido a que este hecho le permite, por única vez en todo el año,  vestir como realmente se siente y no como le han impuesto que lo haga. Por tanto, se siente libre de exteriorizar lo que lleva dentro y lo que realmente es: una niña.

En cuanto a la actuación del profesorado y del personal de administración, es totalmente incorrecta, ya que, sobretodo la maestra, se limita a ignorar el problema del niño para no tener que hacer el esfuerzo de llevar a cabo una intervención, es decir, poner en práctica un protocolo como el que he mencionado anteriormente. Además, en vez de normalizar el hecho de que Mario vaya vestido "de chica" (partiendo del hecho de que no existe vestimenta "de chico" y "de chica" delante del alumnado, provoca que el niño no se sienta aceptado. 

En consecuencia, se culpa a la familia, en este caso al padre, de Mario de la actuación del niño, creando así un sentimiento de culpabilidad en el padre, el cual se limita a dejar claro a Mario que su comportamiento no es el adecuado, ya que le pone en evidencia. Por tanto, todo el entorno del niño le esta "prohibiendo" que sea lo que realmente es, ya que esto no esta aceptado en la sociedad. es decir, tanto su clase, como sus padres, como el centro educativo se limitan a ignorar el problema para tratar de erradicarlo.

En cuanto, al comportamiento Mario refleja que él no esta conforme con como le hacen vestir por el hecho de ser niño. Sería necesario hablar con él para conocer si realmente se siente mujer, ya que nadie le ha preguntado sobre ello. Él solo admite que le gusta vestir con vestidos y pintarse las uñas, lo cual esta socialmente atribuido al género femenino, aunque no tendría por qué ser así. Por ello, Mario puede querer vestir con vestidos pero esto no quiere decir que esos vestidos sean "de chica", ya que la ropa no debería tener género. No obstante, la mayoría de niños que muestran estos comportamientos si se suelen identificar como niñas y, por tanto, reclaman una transición de género.

Por otra parte, creo que si esta situación se diera en alguno de los dos centros donde he tenido la oportunidad de realizar las prácticas si se llevaría a cabo un protocolo de actuación, tanto para la aceptación de los niños en la comunidad educativa, como para la ayuda a la transición de género del alumno. Creo que esto es debido a que los dos centros que he elegido están adaptados a las nuevas demandas de la sociedad y tienen una plena atención a la diversidad. Pero en la mayoría de centros, por ejemplo, religiosos, no se aceptaría a este tipo de alumnado. De hecho, durante mi escolarización he tenido compañeros que han sido desatendidos e ignorados por el profesorado cuando han sufrido bullying por estas circunstancias. 

Por último, estoy segura que esta situación puede ser una gran oportunidad educativa, ya que si tenemos alumnado de este tipo en el aula podemos trabajar conceptos como la diversidad, la empatía, el autoconocimiento del cuerpo. O, incluso, realizar propuestas didácticas más concretas como que la vestimenta o los juguetes no tienen género. 

En conclusión, creo que actualmente estos problemas se dan cada vez menos, tanto en las escuelas como en nuestra sociedad, ya que cada vez hay una mayor aceptación a la diversidad gracias a protocolos como el mencionado al comienzo de la entrada. Pero, no podemos olvidar que estas situaciones se siguen dando y nosotros, como docentes, somos los encargados de erradicar esos comportamientos de odio que no benefician a nadie y que nos hacen perder un gran enriquecimiento de la enseñanza. Porque a ningún niño o niña deberían impedirle ser lo que es , ser libre.






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